Desde Barcelona, y mas puntualmente desde el mismo corazón del Raval, el colectivo EXIT y desde Terrassa, el Ateneu Candela, junto a la Oficina de Derechos Sociales y a todos los que allí soñamos colectivamente, queremos hacer llegar nuestro apoyo a La Casa Invisible, a las personas y a los proyectos que le dan vida cotidianamente y han supuesto para la ciudad de Málaga una fuerza motriz de creación, experimentación cultural y política. 



En estos dos años y medio de compartir el andar del camino y experiencias comunes, la Casa Invisible ha sido una fuente de inspiración y un referente a donde queremos llegar en este viaje.



Un viaje que se construye a partir de la acción de las ideas, una dosis de alegría y un toque de rebeldía, factores que nos imprimen la potencia necesaria para visualizar y hacer real el derecho a la ciudad.



Reconocemos y admiramos el valor que otorga este proyecto a una ciudad que carece de una iniciativa parecida impulsada por las autoridades culturales de Málaga, demostrando la capacidad de l@s ciudadan@s en gestionar un espacio de creación colectiva y autónoma de producción cultural, de organización social por los derechos colectivos, de fomento a la participación y  pensamiento critico, así como también un lugar de encuentro liberado.



Ha hecho real la posibilidad para muchas personas de disponer de un espacio de expresión y creación  propia, así como de los equipamientos necesarios de los cuales la ciudad carecía.  También ha sido el impulso que ha generado proyectos y cooperaciones entre creadores, instituciones culturales, artistas, movimientos sociales y universidad, todos unidos bajo el techo de la Casa Invisible.



La Casa Invisible pone en tensión y desestabiliza  el modelo de gestión privada de los circuitos culturales, defendiendo el derecho a la ciudad y al libre acceso a la cultura, en un espacio en el que confluyen y se mezclan los ciudadanos de Málaga, los creadores invisibles, los eternos precarios de la crisis, las mujeres, los migrantes, l@s vecin@s y la universidad, para defender el derecho colectivo sobre los intereses privados.  



Revindicar la permanencia del Centro Social de gestión ciudadana  La Casa Invisible va mas allá de la defensa legitima del espacio en si, en este caso el edificio de calle Nosquera. Lo que deseamos y pretendemos es que se respete y valore lo que este lugar genera  para las personas que lo frecuentan y le dan vida, los proyectos que allí se desarrollan y el apoyo popular que se ha ganado.



Nosotr@s también decimos:



Defendamos lo común: la Casa Invisible se queda!!! Málaga se la merece

 

Exit, Barcelona y Ateneu Candela, Terrassa



Barcelona, 16 de septiembre 2009

Paramás información sobre la Casa Invisible ir a http://www.lainvisible.net