Larga vida a la Ingobernable de Madrid y a los Centros Sociales de Gestión Ciudadana!!
Larga vida a la Ingobernable de Madrid y a los Centros Sociales de Gestión Ciudadana!!
La experiencia de los Centros Sociales como generadores de otra sociabilidad debería de ser reconocida por la Administración pública y ser considerados como bienes comunes a proteger.
En nuestras ciudades hay algunos espacios que mueve la misma gente, con autonomía, y que escapan tanto de las lógicas institucionales como de las de mercado. Espacios que son lugar de encuentro y de vida de personas, y de proyectos colectivos. Y uno de ellos está empezando a caminar estos días en Madrid, La Ingobernable abre espacio a otras lógicas de vida, de crear, de construir, de conquistar derechos, en medio del corazón de la bestia, del Madrid de la especulación inmobiliaria y de la corrupción sistémica del PP. La ingobernable recupera un espacio abandonado, que en su momento cedió Ana Botella a un amiguete de la familia Aznar para crear su propio museo de arquitectura.
Los centros sociales han sido, durante la última década, espacios de experimentación de nuevos modelos de ciudad, basados en los derechos sociales, en formas diferentes de democracia a nivel local, y en nuevas formas de entender la cultura y su acceso, o en laboratorios del software libre y de la fabricación digital. Laboratorios para la innovación en la producción basada en los bienes comunes, que se han concretado en dispositivos experimentales de creación / producción, desprecarización y de empoderamiento.
Los centros sociales aportan aire fresco, generando procesos sociales vivos, dinámicos y que permanentemente se transforman, adaptándose a unos tiempos cambiantes, pero a la vez proporcionando acumulación, cobijo —en momentos difíciles— y apertura y cambio cuando el tiempo lo requiere, huyendo siempre de los dogmatismos y con una fidelidad incuestionable a la autonomía propia. Será vital que los centros sociales de gestión ciudadana sigan existiendo con carácter propio e independiente Como dice Felipe G. Gil: “ya es hora de que las instituciones públicas aprendan de cómo cuidan y gestionan los bienes comunes los centros sociales”.
La ciudad que nos imaginamos está llena de espacios que mueve la gente, con autonomía, espacios comunes de vida de las personas y de los proyectos colectivos que la transforman para hacerla mejor. Uno o varios en cada barrio, con su riqueza y particularidades.
Por qué resistir es crear, queremos 10, 100, 1000 centros sociales. La Ingobernable no se toca, la Ingobernable se defiende y se protege!
+ info: https://ingobernable.net/
Texto colectivo del Ateneu Candela en apoyo al Centro Social La Ingobernable, recuperado de las garras del 1% para el 99%