Desde el 15M se alza una voz, hoy ya global, que propone otra forma de gobernarse diferente a la actual.  La supeditación de los grandes partidos políticos a los poderes extrademocráticos ha dado lugar a una crisis de representación sin retorno. En este contexto, la multitud, la diferencia y diversidad, que da forma a la piel urbana, reivindica nuevos modelos de democracia que gobiernen con el uso de las tecnologías y las redes sociales, la democracia 4.0, y que sitúe a la economía al servicio de la ciudadanía (y no al contrario), esto es, que plantee nuevos modelos de bienestar.